sábado, 2 de junio de 2018



La Carta de San Judas Tadeo.
Es breve pero concreta.  Nos lleva a entender cómo organizar nuestra vida Cristiana:
Debemos tener claro el cimiento de la Fe, Orar movido por el Espíritu Santo y estar firme en el Amor de Dios, vivirlo.
La Fé, la Oración y el Amor nos ayudan a cuestionarnos y reflexionar:

Debemos ser misericordiosos, compasivos y prudentes.  Chocar y discutir en pro de lo que nos aleja de Dios no es prudente.   Para defender la Fé Cristiana no es necesario entrar en guerra.  Nuestros actos son testimonio de lo que recibimos y luego damos.

¿Cuándo vamos a empezar a ser generosos?



Un joven llega con el cura y dice:
“*- Padre no iré más a la Iglesia!*
El sacerdote respondió:
– Pero por qué?
El joven respondió:
– Veo a la hermana que habla mal de otra hermana; el hermano que no lee bien; el grupo de canto que vive desafinando; las personas que durante la misa miran el celular, entre tantas y tantas otras cosas malas que veo hacer en la iglesia.
Le dice el sacerdote:
– Muy bien, pero antes quiero que me hagas un favor: toma un vaso lleno de agua y da tres vueltas por la iglesia sin derramar una gota de agua en el suelo. Después de eso, puedes salir de la iglesia.
Y el joven pensó: muy fácil!
Y dio las tres vueltas como le pidió el padre. Cuando terminó dijo:
– Listo, padre.
Y el cura respondió:
– Cuando estabas dando vueltas, viste a la hermana hablar mal de la otra?
El joven:
– No
Viste a la gente quejarse entre sí?
El joven:
– No
Viste a alguien mirando celular?
El joven:
– No
Sabes por qué? Estabas concentrado en el vaso para no derramar el agua.

Lo mismo pasa en nuestra vida. Cuando nos enfocamos en las cosas que nos gustan, no tendremos tiempo para ver las cosas que no nos gustan, y menos vemos los errores de la gente”

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